Día Internacional de los Derechos Humanos. 10 de diciembre.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos comienza su 72º aniversario.
Defendamos la equidad, la justicia y la dignidad humana
Era la generación de nuestros abuelos y abuelas, quizás en algún caso de padres y madres de quienes estamos hoy aquí.
La Declaración Universal, busca desde su concepción, que todas las personas vivan una vida libre, sin discriminación ni violencia. Transmite los valores fundamentales para la construcción de la paz y el acceso a aquello tan preciado que es la autodeterminación, la autonomía y la igualdad de oportunidades, sobre todo al desarrollo personal y colectivo.
Los jóvenes representan la mayor parte de la población en la mayoría de los países en desarrollo, donde a menudo se encuentran directamente expuestos a los efectos del cambio climático, los conflictos, la exclusión o la inestabilidad económica. Y en muchas partes del mundo, a la juventud todavía le resulta difícil hacerse escuchar e incidir en los procesos de adopción de decisiones.
Los derechos humanos deben ser una prioridad en el mundo después de la pandemia por COVID-19.
La crisis del COVID-19 se ha visto alimentada por el agravamiento de la pobreza, el aumento de las desigualdades, la discriminación estructural y arraigada y otras brechas en la protección de los derechos humanos. Solo las medidas para cerrar estas brechas y promover los derechos humanos pueden garantizar una plena recuperación y la reconstrucción de un mundo mejor, más justo y sostenible.
La Declaración nos fortalece a todos y los principios que recoge son tan relevantes en la actualidad como lo fueron en 1948. Debemos luchar por nuestros propios derechos y por los del prójimo. Podemos pasar a la acción en nuestras vidas diarias para defender aquellos derechos que nos protegen y así fomentar la unión de todos los seres humanos.